
La energía fotovoltaica se genera a través de la transformación directa de la radiación solar en electricidada través de paneles fotovoltaicos en los que la radiación solar excita los electrones de un dispositivo semiconductor, lo que produce una diferencia de potencial. La conexión en serie de estos dispositivos permite obtener diferencias de potencial escalables. Una de las principales características de la tecnología fotovoltaica es su versatilidad modular, que permite la puesta en marcha de grandes plantas fotovoltaicas en suelo hasta pequeños paneles para viviendas.
La potencia fotovoltaica mundial alcanzó los 136.000 megavatios (MW) en 2013, se prevé que sume 55.000 MW más durante 2014, un incremento del 40% con respecto a lo instalado en 2013. España cuenta con 4.600 MW de energía solar fotovoltaica, sólo 140 de ellos se instalaron durante el año 2013, mientras en Alemania fueron 3.500 nuevos MW , casi el total de la potencia acumulada en España en la última década; en Italia, 1.400 MW; y en Reino Unido, más de 1000 MW. Fuera de la Unión Europa destacan China (11.300 nuevos MW), Japón (6.900 nuevos MW) y Estados Unidos (4.200 nuevos MW)
Una progresión que se mantendrá durante los próximos años, porque esta modalidad productiva es sostenible, barata, modulable y autóctona; los países que más desarrollo experimentan se han lanzado a instalar paneles fotovoltaicos, a pesar de que muchos de ellos no cuentan con un elevado número de horas de Sol.